En la actualidad, la concienciación española en materia de seguridad corporativa, tanto en organizaciones pequeñas o grandes, percibe de forma positiva protegerse y reaccionar ante las injerencias e inseguridades de sus activos.
Las corporaciones, con carácter exponencial, ven perjudicadas o se exponen con mayor probabilidad a vulnerabilidades internas y externas que afectan a sus diferentes actividades comerciales.
Las empresas nacen con el fin de crear valor a sus productos o servicios y protegerlos en muchos sentidos. Tampoco podemos mirar hacia otro lado cuando es evidente que a todo valor le persigue un riesgo o amenaza, siendo dos polos que desgraciadamente se atraen. Por lo tanto, para evitar las probabilidades de peligro debemos introducir una tercera figura de protección que revierta ese imán y lo repela.
Seguimos detectando que las actuaciones en protección suceden en el plano más reactivo, cuando los hechos ocurren y no podemos tomar una solución, solo se asume a posteriori la reparación de los perjuicios causados y la toma de medidas puntual. Por lo tanto, todavía queda recorrido y sensibilización para entender que invertir en seguridad es aumentar a futuro los beneficios.
Por este motivo, es necesario cambiar la conciencia en la seguridad y actualizar de forma permanente las estrategias de protección corporativas, ya que la criminalidad se adapta mucho mejor a los cambios, creando nuevas modalidades delictivas cuyo fin es vencer las medidas de autoprotección establecidas.
En este sentido, es necesario dedicar tiempo a la prevención, a la inteligencia y a las estrategias de seguridad integrales con el objetivo de identificar, establecer y realizar evaluaciones de riesgo e impacto que nos den como resultado la implementación de medidas de mitigación y monitorización efectivas, siempre ajustándose al valor del negocio.
Cada empresa es como una ciudad, en la que se encuentra una pequeña sociedad que requiere y solicita diferentes servicios y en la que también surge una diversidad de problemáticas a solucionar, sumándose a éstas las propias en el plano financiero y comercial donde la compañía tiene que aumentar beneficios gracias al valor de sus productos para evitar endeudarse y no desaparecer.
Y como toda sociedad que dispone de su policía en pro de prever las situaciones de riesgo que le amenazan, tenemos que trasladar este concepto a la propia empresa. Por todo ello, es necesario introducir un asesor externo cualificado en dirección de seguridad corporativa y avalado por el Ministerio del Interior.
Las competencias propias de estos profesionales son muy diversas, desde la implementación del diseño, gestión e integración de los criterios y planes de seguridad empresarial, como también, su utilidad en el enlace entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el sector privado, imprescindible a la hora de coordinar las operativas conjuntas en función del tipo de actividad y riesgos.
cirmat consulting, como proveedor externo contribuye al crecimiento empresarial, analizando las fortalezas y debilidades de la compañía y evaluando las medidas de seguridad actuales y departamentos más desprotegidos.
La metodología de gestión profesional se basará en obtener inteligencia y realizar un análisis personalizado con respecto a las necesidades corporativas, cuyos proyectos finales se ajustarán a la normativa vigente.
Autor: Raúl Ciria Matallanos, CEO cirmat consulting